La estrategia del negocio, eje central de la norma ISO 9001.

Por Fernando Piñeiro. Socio Consultor de Q-Management Consultores, para la revista digital Expert@s Dap.

A su objetivo primordial de lograr la satisfacción del cliente y la mejora continua, la norma le da suma importancia al liderazgo estratégico, el análisis de los riesgos y oportunidades del negocio.

En sus primeros capítulos nos invita a analizar el contexto externo e interno de nuestra organización y analizar las diferentes variables que la afectan. De allí se identifican las amenazas y debilidades que debemos mitigar, como las oportunidades y fortalezas que debemos aprovechar.

Se torna fundamental entender cómo se desenvuelve nuestra empresa y la eficacia de sus procesos para lograr alcanzar nuevas ventajas competitivas. A la luz de esta norma, la cadena de valor y los procesos deben ser evaluados, teniendo en cuenta los riesgos y oportunidades del negocio, y el desempeño de la compañía frente a los objetivos que plantee la Alta Dirección y los resultados esperados.

Otro acción importante es analizar las necesidades y requisitos de partes interesadas. No sólo los proveedores y los clientes, sino también a los accionistas, distribuidores, consumidores, la comunidad y todo aquel que pueda verse impactado por la organización. Los requisitos de estas partes deben ser considerados en la estrategia y en el diseño del sistema de gestión de la calidad.

Antes del COVID la incertidumbre ya nos viene acompañando. Hoy las empresas están sobreviviendo y el foco está allí. Pero debemos mirar para adelante. Las decisiones que se tomen ahora repercutirán en el futuro.  Y no nos sirve basarnos sólo en la experiencia pasada y en ver cómo salimos de otras crisis. 

Necesitamos imaginar diferentes futuros y diferentes escenarios. Para definir esta estrategia tenemos que hacer una constante exploración de los diferentes horizontes a los cuales podemos llevar a nuestra empresa y “repensar el futuro”. 

La realidad actual requiere que surjan líderes capaces de transformarla. Este liderazgo exige compromiso y acción, pero sobre todo tener en cuenta hacia dónde se debe ir. Contar con esta visión global ayuda a decidir en qué concentrarse, qué acciones tomar y cuales evitar.

La Norma ISO 9001 constituye una herramienta fundamental para guiar este cambio.