La ventana indiscreta.

12 AgoLa ventana indiscreta.

Por Gustavo Di Costa, arquitecto, para la revista digital Expert@s Dap.

Exclusivamente lo exculpamos al regordete Alfred, no a los miles de arquitectos quienes al adoptar las recomendaciones dictadas por las musas del “International Style” sepultaron a la vieja y querida persiana.

La misma que en la casa de nuestros abuelos nos brindaba un inteligente y simple cobijo, cuando por la mañana, la cinta se deslizaba descendiendo totalmente “la barrio”, impidiendo el paso del calor al interior de los ambientes. La orden era “subite la persiana” de ese dormitorio mirando al este, así febo lo entibiaba en las soleadas mañanas de invierno.

Pero atención que no se trata de nostalgia, ni siquiera de un artilugio “antiguo”. Hablamos de confort higrotérmico, un concepto bien concretito. La masa de temperatura que atraviesa el vidrio de una ventana ineficientemente -o desprotegida- en verano e invierno implica una cantidad de energía consumida en dicha compensación para alcanzar el tan necesario confort interior. Esto es, consumo de gas para compensar las pérdidas en invierno y de electricidad para acondicionar el ingreso del calor en verano. Intentos “artificiales” para detener el obvio efecto invernadero que el sol provoca.


En la actualidad, las persianas térmicas ofrecen un mayor aislamiento debido al diseño de sus lamas rellenas de espuma de poliuretano. La longitud de esas persianas cubre un rango de hasta 3 metros, provistas de tablillas con tapones laterales capaces de evitar enganches no deseados, garantizando un adecuado accionamiento. Una traba de seguridad ubicada en el zócalo impide su apertura desde el exterior.
La terminación “símil” madera del aluminio logra transmitir la calidez y el estilo propio demandados por los frentes con “ladrillo a la vista”. Otro valor agregado lo aportan los sistemas de automatización, los cuales integran el control y accionamiento pudiendo ser operados a distancia desde cualquier tipo de dispositivo móvil.


Cuando el edificio carece de persianas es posible incorporarlas, sumando altas prestaciones y un distintivo valor estético. Allí se cuenta con un valioso aliado: El Sistema de Cajón Compacto Exterior, compuesto por un cajón con guía más una persiana a elección. Su fácil y rápida instalación lo convierte en una solución de excelente aceptación e implementación al no demandar obra húmeda.
Por todo lo mencionado, dotemos a nuestras fachadas de las persianas que el siglo XXI nos provee y nuestros comitentes demandan.


Mientras tanto, me quedo con la duda sobre si el crimen que se cometió en “La Ventana indiscreta” es el endilgado al personaje de Raymond Burr, o el verdadero delito fue no haber colocado unas buenas persianas (no las presentadas en el film) para que James Stewart pasara sus horas plácidamente, sin ese molesto ventilador funcionando…